¡Ple de gom a gom!

¡Ple de gom a gom!

por Salvador Trallero

¡Hasta la bandera! Así titulaba el Ateneo de Barcelona la fotografía que difundió en las redes sociales sobre la presentación del libro Homenaje a Cataluña y Aragón de George Orwell de Sariñena Editorial, que contó con la participación de Miquel Berga, Fernando Casal y Salvador Trallero. Más de cien personas entre investigadores, escritores, sariñenenses y monegrinos, camusianos, ilustradores,  participantes en el Día Orwell, traductores, miembros del Ateneo, historiadores… orwellianos todos, que quisieron acompañar a los autores en el acto; todavía no eran las 18.30 h y la espléndida y solemne sala Segarra estaba ya a rebosar con gran ambiente e interés. Abrió el acto Fernando Casal, dando la bienvenida y comenzando las intervenciones, que a lo largo de una hora y media departieron sobre el origen del libro, su desarrollo y contenido.

 

En los comienzos del Día Orwell Aragón, los años 2019 y 2020, y en el recorrido que se hizo por el antiguo sector del frente y varias posiciones en la sierra de Alcubierre, teniendo como guía a Antonio Escartín, gran conocedor del territorio, surgió la idea primero, que se llevó a proyecto después y que hoy es realidad, de plasmar en un libro, concebido como guía de viaje, los recorridos, mapas, planos y fotografías para poder acceder por parte de cualquier viajero y visitante a esos lugares tan nombrados de los que habla Orwell en su libro Homenaje a Cataluña: Monte Oscuro, monte Pucero, el Irazo…
Este libro de equipo, fruto de la labor de sus cuatro autores, ha tenido la triste circunstancia de la muerte de Antonio Escartín, que no pudo llegar a ver el libro terminado, convirtiéndose éste en su gran legado y en un homenaje a su figura. También comentó Miquel Berga que …tener en las manos esta edición tan especial, este libro de viaje, es un homenaje también  al Quijote de Los Monegros, Salvador; que desde un lugar como Sariñena se saque adelante un proyecto y una publicación como esta es una iniciativa sorprendente y tiene un mérito extraordinario.
El texto desarrollado por Fernando Casal es un recorrido a través de las vivencias de un viajero que llega a Barcelona en la actualidad, y sigue los pasos de Orwell por la ciudad
…el impacto que recibió Eric Arthur Blair, aquella mañana del 26 de diciembre de 1936, cuando vio una ciudad en manos de la clase obrera. Todavía hoy se produce el contraste… la perspectiva de Colón… el giro a la Rambla… una calle llena de actividad y cosmopolita, ahora invadida por los turistas…  y su traslado a Aragón y el sector de Alcubierre y Huesca, es allí, donde el viajero se encuentra con Antonio Escartín, integrándose los textos de éste en los de Casal, y llevando al lector, a lo largo de esta guía de viaje y lugares para el recuerdo, por las posiciones y sus accesos, munición, la vida cotidiana en las  trincheras, las milicias o la distribución del frente…

     
Destacó Miquel Berga …estamos ante un libro (Homenaje a Cataluña) que es un libro de historia, una crónica política, periodismo de investigación que diríamos hoy, narrativa testimonial, la aventura de un viajero y la fuerza moral de su testimonio como vivencia personal… el título de esta edición (Homenaje a Cataluña y Aragón de George Orwell) es de justicia geográfica en relación a las tierras de Aragón y el nombre de Orwell, cuatro semanas en Barcelona y seis meses en el frente de Aragón. Además, este libro vale la pena porque recupera la versión original, la que público Orwell en vida; a partir de la década de 1980, y en una decisión bastante cuestionable, se cambia la estructura del libro, y los dos capítulos que hablan sobre temas y discusiones políticas, se pasaron como apéndices al final, alterando el orden que el autor le había dado al libro. Esta edición recupera la estructura original, tal como la concibió Orwell como plan narrativo, y finaliza con esos párrafos con los que quiso terminar su libro:
Y luego, Inglaterra, el sur de Inglaterra, probablemente el paisaje más elegante del mundo. Cuando llegas de ese modo, especialmente si lo haces recobrándote del mareo del barco sentado sobre los mullidos cojines del coche cama, cuesta creer que en otros lugares ocurran cosas terribles: ¿Terremotos en Japón, hambrunas en China, revoluciones en México? No se preocupen. La leche volverá a estar mañana a la puerta de su casa, el New Statesman saldrá el viernes, como de costumbre. Las ciudades industriales, humo y miseria ocultos por la curva de la superficie de la tierra, quedan lejos. Aquí seguía la Inglaterra que había conocido en mi niñez: los desmontes ferroviarios cubiertos de flores silvestres, las anchas praderas donde pacen y meditan los grandes y lustrosos caballos, los lentos arroyos bordeados de sauces, el verde cobijo de los olmos, las coloridas espuelas de caballero en los jardines de las casas; y también, el enorme y apacible paraje del Londres periférico, las barcazas en el fangoso río, las calles que me eran tan familiares, los carteles que anunciaban partidos de cricket y bodas reales, los hombres con bombín, las palomas de Trafalgar Square, los autobuses rojos, los policías de azul… todos inmersos en el profundo, profundo sueño de Inglaterra, del que a veces temo que nunca despertaremos hasta que nos sacuda el estruendo de las bombas.