por Salvador Trallero, junio de 2025
Tendría que sorprender, pero no es así. Cada día vemos instituciones y personas que en ellas trabajan, más preocupadas en mantener la estructura mafiosa-clientelista con peticiones, sueldos, complementos y otras mandangas, que en desarrollar proyectos, tener ideas y solucionar los problemas de los ciudadanos. Con muchos casos de irregularidades varias en donde nadie sabe y nadie pregunta. Uno de los últimos casos conocidos es el del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón en el que se han detectado salarios y subvenciones indebidamente percibidas por catorce de sus empleados, la mayoría técnicos y jefes de sección; aunque es curioso que en los puestos de enfermería y laboratorio, los currantes de verdad, las retribuciones eran por debajo de lo que deberían haber sido. Como los vampiros, hay rondando en algunas instituciones, a costa de los ciudadanos, verdaderos chupópteros: imputados, culpables, trileros, apesebrados, antidemócratas… que además, pululan algunos por los puestos de las listas electorales, para bochorno de los militantes, vergüenza de los simpatizantes y decepción de los ciudadanos. Y todo este ambiente, que hace años que vivimos, está calando más y más negativamente en los ciudadanos, especialmente los jóvenes, que ven el futuro cada vez con más pesimismo. ¿Qué está pasando?.
