LOS ANIMALES Y LOS VEGETALES

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Un día ya lejano, aquel libro de aspecto antiguo, de olor añejo, llegó a mis manos; tapas gastadas, píginas ocres y rugosas, algunas rotas, otras desaparecidas en el transcurrir del tiempo; un pequeño tesoro Los animales y los vegetales Sariñena 1879.
José Fatís Bailo (Bernues 1837- Huesca 1912) ejerció como maestro público de la villa de Sariñena, donde escribió este libro para hablarnos de las utilidades que prestan al hombre los animales y los vegetales, recogiendo creencias populares que había respecto a ellos, como con la culebra, sobre la cual, se pensaba que se metía dentro de las personas y que para sacarla había que poner un cuenco con leche caliente para que la serpiente saliera del cuerpo de su víctima; o sobre el buey; Y aun después de muerto, el buey es extremadamente útil. Su carne es buena y sabrosa; su piel sirve para la confección de calzado, correas, para las pinturas y otras muchas cosas; los cuernos y los huesos para peines, botones, mangos de cuchillos y otros usos; sus tendones para hacer cola, y su pelo para rellenar los asientos de las sillas. Bien puede decirse, pues, que el buey es el principal auxiliar del agricultor pobre.