¡Atención, precaución!

¡Atención, precaución!

¡PRECAUCIÓN!
Fue a mediados del pasado mes de octubre en la plaza de la Constitución, habiendo oscurecido ya, cuando un chico perdió el control del coche que conducía llevándose por delante un par de vallas de protección y chocando con la esquina de la puerta de entrada en casa de Basilio y Dorita. Es peligrosa la travesía, y desde estas líneas volver a pedir precaución y menos velocidad en la misma, ya saben, los tractores, coches y otros vehículos, más rápidos que lentos. ¡Atención!, ¡Precaución!.